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Por una una maternidad consciente, informada y positiva. No ofrecemos recetas ni soluciones mágicas, pues sabemos que no existen. Ponemos a tu disposición contenidos y recursos educativos para que tomes las decisiones que mejor se adaptan a tu proyecto familiar.

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4 nuevos propósitos para familias que quieren cambiar el mundo

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4 nuevos propósitos para familias que quieren cambiar el mundo

La vuelta al colegio de los niños recondiciona de nuevo la organización familiar hacia los horarios de la jornada escolar y del trabajo. Se impone de nuevo la rutina… Pero, ¿podría ser una rutina renovada, creativa y animosa al mismo tiempo? ¿Podremos incentivar la motivación hacia el aprendizaje de nuestros hijos para que vuelvan felices a la escuela? O, dicho de otro modo, ¿podemos inspirar actitudes en nuestra familia si las recreamos primero en nosotros mismos? Veamos.

Comienza un año nuevo y termina ese tiempo especial de celebración comunitaria en el que se reafirman los vínculos de las familias, como símbolo de supervivencia compartida, gracias al amor y a la generosidad de sus miembros. El amor familiar e intergeneracional es la energía interna que ha mantenido a la Humanidad. Ahora, en una nueva sociedad digital, tecnológica y vulnerable esa fuerza del amor nos debe llevar a un buen uso del conocimiento y hacia nuevas actitudes para el aprendizaje cotidiano.

La cara luminosa de la rutina es aquella que la consolida como un buen hábito.

En la Universidad de Padres creemos en la capacidad de aprender de las familias para liderar la educación permanente de sus hijos y desarrollar su talento personal. Por eso, a nuestra labor de cursos anuales y seminarios, sumamos nuestros consejos para compartir en redes sociales. Sin duda, todos pretendemos ser mejores personas, mejores parejas y mejores padres, aunque debamos partir de aceptar nuestras contradicciones reales para superarnos a nosotros mismos. Quienes creen que ya saben o lo saben todo, ya están derrotados de antemano.

En la UP promovemos la formación parental desde un modelo de educación amorosa y responsable, porque “quien ama, educa”. Pero toda educación comienza por dar ejemplo, por eso estas actitudes renovadas que ahora citamos, debemos sentirlas en primera persona, para enseñárselas después —por contagio emocional positivo— a nuestros hijos.

La cara luminosa de la rutina es aquella que la consolida como un buen hábito.

Las rutinas son buenas si anclan los progresos de bienestar alcanzados y no impiden nuevas experiencias para el crecimiento personal. Es decir, aunque parezcan antagónicos, creemos en la compatibilidad de la rutina y la creatividad cuando se complementan con sabiduría.

¿Qué hacer para renovar actitudes de autoestima, vitalidad y confianza en nosotros y en nuestros hijos en el nuevo año que comienza?

Desear nuevos propósitos y proponernos metas nunca es un mal programa, pero es mucho mejor cuando se plasma en sencillos logros, porque el cambio real es la suma de muchos pequeños cambios. Por eso, te invitamos a leer, a pensar y aplicarlos en ti (para recrearlo luego en tus hijos) este modesto guion sugerido de recursos que pueden cambiar el mundo:

  • 1. COMIENZA EL DÍA CON BUENA ACTITUD

    Mira con ternura a tu imagen en el espejo cada mañana. Salúdate con cariño, aceptación y humor. Sonríe y cree en ti. Eres la persona más importante de tu vida, porque solo aprendiendo a amarte con equidad sabrás amar a los demás generosamente.

    Despierta a tu familia al nuevo día con besos, abrazos o gestos de cariño y alegría, y comparte un primer momento (aunque sea breve) de felicidad con tus hijos, despertando su vitalidad con un desayuno saludable.

    Vístete cada día con actitud positiva

    Durante el desayuno podéis pensar en las emociones como si fuesen la capa de un superhéroe. Procura que se imaginen poniéndosela. Cada una puede tener un color y una función mágica para afrontar los retos del día con esa actitud: valentía, resistencia, fuerza, alegría, generosidad, ilusión, empatía, creatividad…

    Yo hoy me pondré la capa de la oratoria, tengo que presentar mi nuevo proyecto y convencer a mis jefes con los mejores argumentos”.

    buena actitud

  • 2. LIBERTAD PARA EXPRESAR LAS EMOCIONES

    No todos se despiertan con humor. Deja que fluyan las emociones de forma natural como si fuesen bostezos tras el sueño, evitando que se contagien las negativas o entrar en discusiones familiares cuando no hay tiempo de ello. Insiste con serena paciencia y con sonrisas en que “hoy puede ser un buen día”, para que prevalezcan un sereno optimismo.

    Regálate una sonrisa a ti y luego al mundo

    expresa tus emociones

  • 3. LA CURIOSIDAD COMO MOTOR DEL DESARROLLO PERSONAL

    Aprender a pensar es un ejercicio mental que se entrena desde la curiosidad y esta se activa con interrogantes provocativos. Mientras desayunas con tus hijos, deja en el aire una pregunta para todos con el objetivo de tratar de responderla al final de la jornada cuando vuelva a reunirse la familia. Anótala bien en tu memoria o en un diario de conversaciones familiares a modo de cuaderno.

    Cuestiónalo, reflexiónalo, piénsalo, pregúntalo…

    Esa pregunta puede ser, por ejemplo: “¿Qué pasaría si no existiesen las escuelas? ¿Cómo sería el mundo si no hubiese árboles? ¿Y si no hubiera armas ni guerras? O más cercanas: ¿Cómo sería nuestra familia si todos hiciéramos mejor nuestros deberes y no nos enfadáramos nunca?

    ¿Qué aprendí hoy?

    Al regresar a casa, en la merienda o en la cena, trata de responder a esta pregunta y anótalo en el cuaderno real o digital. Cuál ha sido el mejor hecho, dato o mensaje de hoy, en tu trabajo o en la escuela, para valorar lo aprendido en ese día. Si este ejercicio se repite semanalmente, ellos podrán relacionar las conexiones ocultas entre un aprendizaje y otro.

  • 4. LOS BUENOS GESTOS MUEVEN EL MUNDO.

    Analiza qué gestos, que palabras, qué conversación positiva o qué obra inteligente, culta, técnica o creativa has aportado hoy —por pequeña que sea— para que la sociedad sea realmente mejor cada año. Y transmite este hábito a tus hijos para que sientan que en sus vidas no solo tienen vuestro amor para recibirlo en abundancia, sino también mucho amor para dar a los demás.

    Tienes mucho para dar a los demás

    Tienes mucho para dar a los demás

 

Los hábitos se consolidan tras repetirse, al menos, veintiún días, según los neurólogos.

Tenemos la necesidad de rutinas, pero estas son mejores si se convierten en buenos hábitos. Se combinan la alegría con la seriedad responsable, la ilusión de aprender con el esfuerzo para lograrlo, el reconocimiento de los derechos de cada uno con la obligación de los deberes propios, escolares o laborales. La aceptación de las contradicciones con la mejora necesaria y la ampliación de las posibilidades. Estas son algunas de las actitudes, (predisposiciones mantenidas para hacer las cosas con constancia y fluidez) que nos hacen mejores.

Somos conscientes de que los ritmos y horarios laborales de muchos padres no permiten la tranquilidad suficiente para poder aplicar estas preguntas-recursos sencillos basados en la comunicación emocional y la convivencia familiar porque no siempre la familia desayuna o cena junta. Pero, si se aplican por la madre o el padre, entre semana y, especialmente, por toda la familia reunida en las comidas o tertulias de los fines de semana, podrían tener efectos positivos a medio plazo.

Ser felices no es un logro imposible, sencillamente, es un camino que se hace al andar cada día, aprendiendo y practicando a ser mejores personas cada día, semana a semana, mes a mes, año a año.

Porque … «los grandes cambios empiezan con pequeños gestos/acciones”

Tutor y creador de contenidos de la UP, pedagogo activo. Padre con dos hijos de los que se siente muy orgulloso. Ha sido maestro y director de colegio. Activista por la lectura como necesidad social, modesto escritor y editor de libros y apasionado por la educación y cultura.

Y tú ¿qué opinas?