9 formas de hacer que los niños odien la lectura (Por Gianni Rodari)
Los libros son un estupendo regalo para grandes y pequeños en estas fechas, y una buena manera de estimular el gusto por la lectura de estos últimos. Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de fomentar el hábito lector en los niños. Si nos pasamos de insistentes, no ofrecemos alternativas, imponemos u obligamos a leer, estaremos consiguiendo exactamente lo contrario: que aborrezcan la lectura. Por eso compartimos con vosotros estas irónicas recomendaciones de Gianni Rodari.
Rodari fue un importante pedagogo italiano de la primera mitad del siglo XX, además de maestro, periodista y escritor infantil. Apasionado de la infancia y firme defensor de la inteligencia, fantasía y creatividad de los niños y niñas. Estos son sus consejos para conseguir que los más pequeños odien leer:
Presentar los libros como una alternativa a la televisión
Por actualizarnos un poco diremos también tablet, móvil… el efecto es el mismo. Usar la lectura en contraposición a otras actividades que a ellos les gustan, no les manda un buen mensaje sobre los libros. Si les decimos que lean en lugar de hacer eso que les divierte, la lectura parecerá algo molesto o aburrido, que se hace por alternativa a algo divertido.
Presentar los libros como una alternativa a los cómics
¿Qué tienen estos de malo? Hoy en día existen buenísimos títulos de cómics, novelas gráficas y álbumes ilustrados.
Decir a los niños de hoy que los de antes leían más
En primer lugar, ¿es eso cierto? Y, además, no podemos pedir a los niños que se interesen por el pasado, pues es una época que no les pertenece.
Creer que los niños tienen demasiadas distracciones
Quizá esto sea hoy más válido que en la época de Rodari- cosa que, por otra parte, cada generación siempre dice de la anterior-. Sin embargo, ¿por qué no puede ser la lectura una de esas múltiples “distracciones”?
Echar la culpa a los niños si no les gusta la lectura
El pedagogo denuncia que el criterio comercial prevalece sobre el pedagógico y que no existe conexión entre la pedagogía y los editores. Estos parecen pensar que “educativo” es sinónimo de “aburrido”.
Transformar el libro en un instrumento de tortura
Ocurre cuando la lectura deja de ser un fin en sí mismo –y un fin divertido, emocionante- para convertirse en medio de otras actividades más “serias”: resumir, memorizar, describir…
Negarse a leer a los niños
La voz del padre, la madre o el maestro tienen un valor insustituible. Durante sus primeros años, lo que los pequeños necesitan es que les acompañemos, sin obstaculizar ni forzar.
No ofrecer una selección suficiente
A todos nos gusta elegir. En palabras del pedagogo: “Veinte libros son mejor que uno, y cien mejor que veinte, porque pueden despertar curiosidades distintas, satisfacer o estimular intereses diferentes, responder a los cambios de humor, a las variaciones de la personalidad, de la formación, de la información.”
Obligar a leer
Sin duda, lo peor que se puede hacer. Esta sencilla operación, convierte de inmediato algo tan maravilloso y lúdico como la lectura en una imposición, un aburrimiento, una tarea tediosa, un mal, una muestra más de autoridad adulta, un fastidio que solo conduce al rechazo radical de los libros.
Fuente: Rodari, G. Escuela de fantasía. Blackie Books, Barcelona, 2017.
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Paz Prada Mostaza
15 marzo, 2018Podrían recomendar lecturas para adolescentes que no les gusta leer, me explico, a mi hijo de 15 años no le gusta NADA leer (lo cierto es que tiene una dificultad en lectoescritura desde siempre) pero yo insisto y le recomiendo libros para que se anime, y alguno va leyendo, pero me quedo sin títulos que sean lo suficientemente buenos e interesantes para él. ¿Podrían ayudarme?
Gracias
Mariola Lorente Arroyo
16 marzo, 2018Hola Paz! yo te recomendaría, siguiendo un poco los consejos del artículo, que intentes no obligarle ni insistir demasiado. Muy importante que le dejes elegir a él. Puedes en alguna ocasión especial (día del libro, cumpleaños, o simplemente porque sí) acompañarle a una librería, pasar un rato husmeando entre los libros y dejarle que escoja lo que a él le de la gana, lo que llame su atención: un cómic, una novela gráfica, una revista, un libro de humor, de imágenes… lo que sea. Lo importante es que lea lo que él quiera para que llegue a generar una conexión emocional con la lectura. Esto no se puede imponer, y no todo el mundo es ni tiene que ser un lector empedernido (y yo lo soy). Seguro que él tiene unos gustos e intereses que yo desconozco como para hacer recomendaciones… y eso es lo que hay que aprovechar. Afortunadamente hay libros que tratan de todos lo temas imaginables 🙂
Algunas recomendaciones generales y totalmente personales: «Rebeldes» de Susan E. Hinton. Autores como Jordi Sierra i Fabra, Care Santos, Javier Ruescas… Pero insisto, el mundo de la literatura juvenil es enorme y muy muy diverso, además ahora está viviendo un auténtico boom (y no solo juvenil, puede leer ya cualquier cosa). Implica a tu hijo en la elección de sus libros y no presiones para que lea. Hay una frase preciosa de la escritora Amèlie Nothomb que dice «Sin duda cada ser tiene en el universo de lo escrito, una obra que lo convertirá en lector, suponiendo que el destino favorezca su encuentro».
Un saludo y espero que vaya bien.