Aprender para educar
«Si te atreves a enseñar, no dejes de aprender»
John Cotton Dana
Al autor de esta frase, Jonh Cotton le debemos las bibliotecas tal y como las conocemos hoy en día: de libre acceso, con servicio de préstamo para toda la población, la sección infantil… Fue un hombre entusiasta que quiso, a finales del siglo XIX, hacer la cultura lo más accesible posible.
La frase que encabeza este texto nos parece tan inspiradora que la hemos transformado en nuestro lema para el nuevo curso: “Quien se atreve a educar, nunca puede dejar de aprender”. Estas palabras reflejan la filosofía de la UP, nuestra pasión por el aprendizaje y la educación; elementos que no pueden darse por separado.
El éxito del aprendizaje
Educar se ha convertido en toda una aventura para la que necesitamos prepararnos a conciencia si queremos tener éxito. Cuantas más herramientas, recursos y conocimiento tengamos a nuestra disposición, mejor podremos abordar los desafíos que se nos planteen.
Atrás quedó el mundo estable y previsible en que las vidas de los hijos poco diferían de las que tuvieron sus padres. Vivimos en entornos VUCA, es decir, cambiantes, impredecibles y veloces. Eso complica la tarea de educar, y tanto padres como profesores deben aprender continuamente para llevar a cabo esta labor.
¿Debemos aprender para educar?
Nuestro modelo pedagógico se basa en la idea de que los padres, al educar a sus hijos, se eduquen también a sí mismos, ampliando sus conocimientos. Pensemos en las redes sociales. Se ha extendido la idea de que los niños ahora son “nativos digitales”, lo que es cierto porque han nacido en un mundo plenamente tecnológico. Pero eso no implica que sean expertos en tecnología, que conozcan todas sus posibilidades ni controlen sus riesgos. De manera que los adultos debemos ayudarles a establecer una relación sana con ellas, y para hacerlo es probable que tengamos que empezar por aprender nosotros mismos.
La educación se convierte así en un proceso bidireccional que enriquece a ambas partes: los adultos adquirimos competencia, gracias a la cual los niños reciben las orientaciones adecuadas. Padres e hijos salen ganado con este enfoque pedagógico, y lo mismo puede aplicarse a los docentes: los que están al tanto de las innovaciones metodológicas y no dejan de formarse, benefician a sus alumnos a la vez que a sí mismos.
Recursos de la UP
Los cursos de la Universidad de Padres ponen el foco en las familias, que son uno de los principales motores de cambio social. Fomentamos la buena relación con la escuela y este deseo de aprendizaje, que revierte positivamente tanto en los niños y adolescentes como en sus padres o educadores.
Aprendiendo sobre sus hijos -sobre su desarrollo, sus capacidades, su personalidad…- los padres pueden aprender mucho sobre sí mismos. Educar a un niño es un reto estimulante y maravilloso, aunque cada vez más complejo. En la UP encontrarás acompañamiento, apoyo, orientación, recursos y toda la información que necesites para recorrer ese camino en familia. No lo dudes e infórmate sobre la matriculación. ¡Te esperamos!
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