Carrera profesional y planificación financiera en la era de la longevidad
Llevamos semanas, meses, leyendo en los medios noticias sobre la jubilación, sobre que vamos a vivir muchos años y que tendremos que prepararnos para poder mantener nuestro nivel de vida, teniendo en cuenta que la cuantía de las pensiones públicas, seguramente, se reducirá. Planificar la jubilación es fundamental, pero antes conviene que nos planteemos cómo será nuestra carrera profesional.
La revolución digital y la crisis han dado lugar a un nuevo contexto en el que los cambios son cada vez más rápidos, lo que nos obligará a ir adaptándonos constantemente para mantenernos activos durante tres o cuatro décadas. Un periodo en el que tendremos que afrontar decisiones importantes que afectarán a todas las áreas de nuestra vida, desde lo más personal hasta lo puramente financiero. Planificar es una de las claves para que tengamos éxito.
La primera reflexión que deberíamos hacernos es que las carreras profesionales ya no van a ser lineales, esa segunda etapa vital que seguía a la primera de los estudios y precedía a la tercera de jubilación, ya está evolucionando hacia un formato multietapas. Realizaremos, auguran los expertos, varias transiciones a lo largo de nuestra vida y deberemos ir equilibrando los activos tangibles, como el dinero o la casa, con los intangibles, como las relaciones con amigos y familia. En todo este proceso, la planificación financiera tiene un papel relevante. Vamos a verlo.
¿Me puedo permitir cambiar a ese trabajo que tanto me apetece, pero con una retribución inferior?
¿Puedo tomarme un par de años sin trabajar para reciclarme y hacer un máster?
¿Qué cantidad podría invertir en un negocio sin poner en peligro el sustento familiar?
Efectivamente, contar con el dinero suficiente para hacer una pausa a mediados de nuestra vida laboral para volver a estudiar o tener el capital necesario para emprender nuestro negocio puede marcar la diferencia entre mantenernos activos como queremos o vernos forzados a aceptar situaciones laborales que no nos encajan o no nos permiten mantener el estilo de vida que deseamos.
Por eso, es muy importante conocer los conceptos económicos y financieros clave para poder sentarnos a pensar cómo el dinero nos puede ayudar a que nuestras vidas -que van a ser muy largas- sean como deseamos. Debemos preguntarnos qué deseamos y cuantificar cuánto nos cuesta eso, tener claro los activos con los que contamos para unos objetivos y otros (podemos querer mantener el nivel de vida durante la jubilación, por un lado, pero también contar con dinero para ayudar a nuestros hijos a comprarse su vivienda cuando se independicen, por otro, y, además, tener en mente que en algún momento deseamos poner en marcha un negocio). Tenemos que establecer cuánto y cómo podemos ahorrar y cómo nos conviene invertir nuestro dinero -en función de nuestro perfil y de nuestras circunstancias- para evitar perder poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.
Como vemos, todas las decisiones –personales, profesionales y financieras– están relacionadas y hacer un buen análisis y una correcta planificación financiera nos ayudará a tomar dichas decisiones con mucha más tranquilidad y, probablemente, con mayor grado de acierto.
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