¿Cómo afecta la visión al aprendizaje de los niños?
Muchas dificultades de aprendizaje en niños tienen que ver con problemas visuales, por lo que es muy importante una detección a tiempo que les permita corregirlos o tratarlos. En general, todos cuidamos más bien poco nuestra salud visual, y el estilo de vida influye mucho en el aumento de algunos trastornos visuales como la miopía. Hemos acudido a la especialista Esther López Artero, optometrista y responsable de la Unidad de Terapia Visual en Miranza IOA, para que nos hable de la importancia de la visión para el aprendizaje de los niños.
Las Habilidades visuales ayudan al aprendizaje de tu hijo
Tener una buena visión y unas habilidades visuales es esencial para el proceso de aprendizaje de los niños. De hecho, una de las primeras visitas que realizan los padres cuando los educadores detectan un fallo en el aprendizaje de la lectoescritura es al profesional de la visión.
El ojo humano “aprende a ver” a través del cerebro, desarrollando la agudeza visual que vamos a tener en la edad adulta, hasta los 9-10 años. De ahí la importancia de esta primera etapa de la vida, ya que va a condicionar su futuro tanto personal como profesional.
Motivos por los que el desarrollo visual puede ser alterado.
Por eso es importante que el médico oftalmólogo realice esta primera revisión durante los primeros años de vida del niño a fin de descartar o confirmar una de estas tres causas principales que pueden interrumpir el correcto desarrollo de la visión:
- Desenfoque o graduación: defectos refractivos bilaterales, sin son elevados o que afecten solo a un ojo y pasen desapercibidos. Va a ser necesario poner la corrección en gafas dependiendo de la edad del niño para evitar se amblíopice y el ojo se haga vago.
- Falta de transparencia de los medios ópticos: cataratas congénitas, malformaciones congénitas que afecten a la pupila o a la retina (colobomas), cicatrices, etc.
- Falta de alineamiento de los ejes visuales: estrabismos y/o paresias congénitas musculares, que pueden tener diferentes formas de tratamiento como solo gafas, oclusiones con parche, cirugía o entrenamiento con terapia visual.
Otras causas que pueden dificultar el aprendizaje de los niños
Por otro lado, hay más factores visuales que pueden afectar al correcto funcionamiento, más allá de la graduación o la necesidad de llevar gafas, y que pueden ocurrir de forma completamente independiente a que el ojo vea el cien por cien, no tenga graduación o tenga un sistema visual completamente sano, transparente y sin presencia de estrabismo. Hay problemas de visión relacionados con la acomodación (cambios enfoque de objetos cercanos a lejanos y viceversa) o malos movimientos oculares, que pueden estar detrás de algunas dificultades de aprendizaje en niños. De hecho, signos externos como enrojecimiento ocular, lagrimeo, somnolencia, dolor de cabeza, visión doble o borrosa, parpadeo excesivo y fotofobia durante el proceso de lectura, pueden servir de “alarma” para advertir de una disfunción visual, que debe ser valorada y tratada por el optometrista. La terapia visual va a ayudar a devolver el funcionamiento normal a través de una serie de ejercicios programados.
La lectura y los problemas de visión en los niños
El aprendizaje de la lectura es un proceso neurológico complejo que consiste en extraer el significado de símbolos escritos y, aunque en este proceso están involucradas muchas áreas cerebrales, depende también de una habilidad motora compleja a nivel ocular. En este sentido, a pesar de que las disfunciones visuales no crean trastornos de específicos de aprendizaje en la lectura, sí pueden provocar sintomatología que dificulte el rendimiento en actividades de lectoescritura e interferir en el proceso de aprendizaje. De hecho, varios estudios han demostrado la relación entre dificultades de lectura y las disfunciones binoculares y/o acomodativa en niños con edad escolar y problemas relacionados con actividades de visión próxima, como la lectura.
Las últimas estadísticas del Ministerio de Educación (curso 2016-2017) muestran que un 4,3% de los alumnos en edad escolar, es decir, 346.103 niños en España, tiene necesidades específicas de apoyo educativo como consecuencia de algún trastorno del aprendizaje entre los que estarían la dislexia, disortografía, discalculia y otros como el trastorno del espectro autista, déficit de atención con y sin hiperactividad.
Por este motivo en la UP, consideramos interesante un trabajo multidisciplinar entre todas las profesiones que trabajan con los escolares durante la edad de aprendizaje, y que ante una dificultad específica, hay que descartar que exista un problema visual. Es también muy recomendable realizar actividades al aire libre, pasar tiempo en el exterior y controlar el tiempo de pantallas.
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