Hablar de sexualidad es EDUCAR
Elena, ¿qué les vas a contar y cómo a nuestros hijos e hijas? Esta es la pregunta popular que surge de las familias. Porque pensamos que cuando hablamos de sexo, solo nos referimos a las conductas genitales. Y no, padres y madres, desprogramemos nuestras creencias y empecemos a escuchar desde sus necesidades interpersonales.
Hablar de sexo es hablar de cánones de belleza, corresponsabilidad relacional, respuesta sexual, pubertad, autoestima, autoconcepto, relaciones íntimas, deseos, fantasías… y esto es la columna vertebral de nuestra ESENCIA. Ser personas del mundo y para el mundo.
Somos humanos que necesitamos aprender a llevarnos bien con nuestro cuerpo, tener relaciones corresponsables y amar a las personas por lo que son. Y esto sí que es crear SEXO FELIZ.
¿Qué es la sexualidad?
La sexualidad es la forma de expresarnos, vivirnos, acogernos, sentirnos y amarnos. Tarea nada fácil cuando continuamente estamos luchando contra el consumismo, el postureo y el multitasking. No somos robots, somos humanos sintientes que necesitamos:
- Resolver y aprender cómo funciona nuestro cuerpo.
- Cuándo va a cambiar y cómo.
- Cómo mejorar y crear relaciones con intimidad.
- Ser nosotros/as mismos/as con AUTENTICIDAD.
Nuestros hijos e hijas, desde que son bebés, se van encontrando con multitud de situaciones en el día a día que les hace dudar de la belleza de su cuerpo, de la diferencia como valor y de la expresión de las emociones como símbolo de fortaleza.
Hablar de sexo con calma
Se nos ha olvidado lo más importante: hablar de sexo con CALMA. Y para que, desde casa, continuéis en este hablar de sexo con CALMA, os ofrezco 3 tips que puedan resultar de ayuda:
- Expresar las emociones y los sentimientos que nos suscitan. Como familias, debemos incidir mucho en las emociones y no tener miedo a manifestar emociones incómodas como la tristeza, el miedo o la vergüenza. Son partes indispensables de nuestra vida y cuando estos sentimientos están presentes nos indican que algo es importante y que nos afecta profundamente. Por eso, permitámonos exteriorizarlo porque reforzará el valor de la intimidad. Es decir, si nos hacen una pregunta incómoda, como por ejemplo: «¿Qué estabais haciendo ayer en la cama?». Debemos ser capaces de asimilar que nos han visto dándonos caricias íntimas y que nos están preguntando por curiosidad, porque necesitan saber y entender lo que han visto. Lo están mirando con ojos de niño o niña. Si no te pregunta y tú eres consciente de que te ha visto, saca el tema e intenta clarificar adaptando el vocabulario a su edad.
- Contar cómo me sentía yo cuando era adolescente en la pubertad o en otras etapas. Las familias somos los principales influencers en su día a día. Aunque hay determinadas edades en las que no quieren «saber nada», en el fondo siguen necesitando nuestra validación y aprobación. Por eso, es vital contarles con mucho cariño lo que fue tu adolescencia, tus complejos, tus inseguridades, tu primer amor… Esto ayudará a crear un espacio de diálogo en casa en el que poder abordar dichos contenidos.
- Interesarte por ellos/as desde preguntas abiertas y mostrándote disponible a que te enseñen sus referentes. Los contextos han cambiado en la forma de interactuar y entretenerse, pero el fin es el mismo. Buscan sentirse comprendidos y necesitan referentes para ello. Por eso, evita frases lapidarias del tipo: «En mis tiempos era mucho más fácil»;«Ahora vais muy rápido»;«No entiendo estas tonterías que hacéis ahora, que si chiques…»;. Este tipo de comentarios solo juzgan y alejan a tu hijo o hija de contarte sus cosas. Necesitan personas cómplices a las que mostrarles sus descubrimientos. Por eso, es crucial mostrarte disponible a que te enseñen una canción, una noticia, un youtuber, y siempre seguir preguntándoles con preguntas desde el «qué» y nunca desde el «por qué», para poder ir profundizando con ellos y ellas.
Conclusión
Hablar de estas cosas es una oportunidad para construir con ellos y ellas una sexualidad saludable y una corresponsabilidad relacional. No nos olvidemos de que hablar de estos temas siempre ha sido interesante para toda la ciudadanía porque toca la esencia misma del ser humano: ser personas sexuadas.
Y tú ¿qué opinas?
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