Luchando por la conciliación familiar
El próximo 28 de abril se celebran elecciones generales y los partidos políticos se afanan en dar a conocer sus propuestas y medidas. Es también momento de que, desde la sociedad civil, lancemos nuestras demandas y exijamos cambios en asuntos que nos atañen diariamente.
Una de las reivindicaciones que más preocupan a las familias -quizá no tanto a los políticos- es el derecho a la conciliación. Desde numerosos sectores y asociaciones se exigen medidas reales y eficaces que permitan conciliar las esferas laboral y familiar.
Este jueves, el Parlamento Europeo ha aprobado una nueva directiva en materia de conciliación, fijando unos mínimos europeos sobre permisos de paternidad de 10 días y reforzando el derecho ya existente a cuatro meses de permiso parental, con dos meses no transferibles entre los progenitores.
Responsabilidad social para la conciliación familiar
En esta línea, UNICEF España ha iniciado una campaña para exigir a los partidos políticos que impulsen, de verdad, medidas por la conciliación familiar. Lo han hecho con un vídeo en el que varios niños y niñas lamentan el poco tiempo que pasan con sus madres y padres, a los que ven absorbidos por el cansancio, el trabajo y las prisas.
“Invertir en conciliación es una responsabilidad de toda la sociedad. Es clave que los gobiernos y el sector privado apuesten por medidas que permitan a los niños disfrutar de sus padres y madres durante todas sus etapas de crecimiento y desarrollo” (Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español).
Hace ya tres años, en 2016, el Club de Malasmadres lanzaba otro impactante vídeo sobre “padres y madres desaparecidos”, que inspiró uno de nuestros debates del Campus de la Universidad de Padres sobre el tiempo en familia. Malasmadres reivindican una racionalización de los horarios que garantice mayor calidad de vida, así como un reparto del tiempo más equitativo entre hombres y mujeres. Recientemente han creado la asociación Yo No Renuncio, que promueve la lucha social por la conciliación familiar, laboral y personal en España, y el teléfono amarillo de la conciliación, para ayudar a resolver dudas legales de manera gratuita.
Los niños necesitan a sus padres, necesitan pasar tiempo juntos, más allá del debate sobre si es mejor calidad o cantidad. Parece difícil que pueda haber calidad sin una mínima cantidad. Este tiempo en familia es, en última instancia, un derecho de la infancia. Además, favorece su desarrollo cognitivo y emocional, e influye positivamente en su desempeño académico, en su salud y en su bienestar psicológico.
¿Existe un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar?
Sin embargo, parece que nos cuesta. El 32% de la población española se declara insatisfecha con las medidas de conciliación familiar, frente a la media europea del 20% (Eurobarómetro 2018). Necesitamos apoyar este tipo de movilizaciones porque son asuntos sociales que nos afectan a todos, y hemos de incluir también a familias monoparentales, con situaciones de dependencia y a personas sin hijos que no pueden quedar excluidas del derecho a disfrutar de su vida privada.
El equilibrio entre el trabajo y la vida es clave para desarrollarnos de una manera saludable y feliz. Es un objetivo que nos debemos plantear seriamente como individuos y como sociedad. No tiene sentido que desde la esfera política se dé la voz de alarma por las bajas tasas de natalidad, pero no se legisle en favor de quienes deciden ser padres.
Hasta que logremos una buena ley de conciliación familiar, seguiremos peleando juntos por la flexibilidad, los horarios razonables, la protección de la infancia y de las familias, el derecho al ocio y al descanso y el reparto equitativo del tiempo personal y laboral.
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2 octubre, 2019