Menores y alcohol: el papel de las familias

El consumo de alcohol por parte de los menores es un tema que preocupa a nivel social, educativo y, sobre todo, familiar. Seguimos escuchando datos alarmantes y seguimos asistiendo a campañas y programas de prevención que parecen no dar resultado. La última estadística presentada por la Delegación del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas hablaba de un 68% de escolares que han tomado alcohol en el último mes. Una cifra más baja que la de años anteriores, pero aun así inaceptable. ¿Es que estamos haciendo algo mal? ¿Nos tenemos que resignar a que sea un problema sin solución?
Es cierto que existen numerosas iniciativas eficaces en la prevención del consumo de alcohol entre adolescentes, sobre todo a nivel escolar y municipal. Sin embargo, para conseguir el éxito son necesarias una mayor colaboración, interdisciplinariedad e implicación social. Como sociedad, debemos rebajar nuestra tolerancia hacia el abuso de bebidas alcohólicas. Los distintos ministerios implicados deberían coordinar sus esfuerzos y realizar planes integrales y cooperativos, especialmente Educación y Sanidad. Y, algo que suele quedar en segundo plano, se debe incorporar de manera más activa a las familias. Estas son algunas de las conclusiones alcanzadas en el encuentro promovido por la Fundación Alcohol y Sociedad, titulado precisamente La importancia de las familias en la prevención del consumo de alcohol y menores.
Se repite que la educación es el mejor método de prevención, pero ¿están los padres realmente preparados para abordar este espinoso asunto? ¿Tienen las herramientas y conocimientos necesarios? Sin duda, la mayoría de padres se sienten alarmados a la vez que inermes ante este problema. No saben cómo afrontarlo desde casa. En los centros educativos se trata la cuestión del alcohol, pero los padres casi nunca están al tanto, y no conocen en profundidad las iniciativas, los materiales, las campañas… Por lo tanto, es difícil que se dé una actuación coordinada entre escuela y familia, que sería una de las claves de una mayor eficacia.
Promover la colaboración entre familia y escuela siempre ha sido uno de los objetivos de la Universidad de Padres, además de proporcionar a los padres los recursos y el acompañamiento necesarios para educar responsablemente, conjugando límites y comunicación. Los padres y madres juegan un importante papel en la prevención. La UP está al servicio de las familias en este proceso educador.
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