Planificar nuestras finanzas para construir el futuro de nuestros hijos
Tener hijos es uno de los momentos vitales más importantes en la vida de una pareja y resulta inevitable poner nuestras mejores expectativas de futuro en ellos. Como padres, siempre vamos a desear lo mejor para nuestros hijos y vamos a tratar de ayudarles, también en lo económico.
¿Nos hemos parado a pensar cuánto costará darles una buena educación y qué opciones tenemos para financiarla? ¿Sabemos qué impacto tendrá ayudarles en la compra de una vivienda cuando se independicen en el resto de nuestros objetivos vitales, como la jubilación? ¿Cuánto necesitaríamos ahorrar para que estudien un año en el extranjero?
Tener o no un plan financiero que recoja todas las variables para construir el futuro que deseamos para nuestros hijos marcará una diferencia importante. Si trazamos un plan pronto, podremos hacerles a nuestros hijos el regalo de la seguridad financiera.
¿Cuánto cuesta la educación de nuestros hijos? Varía mucho en función de las elecciones que hagamos: colegio público, concertado o privado; comer en casa o en el comedor, pagar un año en el extranjero o no… Por ejemplo, si va a un colegio concertado los quince años posteriores a la guardería (tres años) y luego estudia en la universidad pública, haciendo un curso en el extranjero y después realiza un máster privado de un año, el coste sería de unos 82.000 euros aproximadamente (cálculos hechos con precios medios de una selección de centros).
¿Cuánto ahorrar e invertir para ayudar a los hijos? Conociendo el coste económico del objetivo, podremos determinar la cantidad de ahorro necesario. Es importante tener siempre en estos cálculos de largo plazo el efecto de la inflación en nuestro dinero, 1.000 euros no valdrán dentro de 20 años para comprar lo mismo que valen hoy, con el paso del tiempo el poder de compra se reduce.
En este sentido, podemos decidir una cantidad de ahorro anual y ver si con eso nos llega para cubrir el objetivo. En caso de que no llegue, la diferencia la podremos cubrir obteniendo una rentabilidad por nuestro dinero a través de los mercados financieros. En función de cuánto necesitemos y del plazo, estableceremos la rentabilidad objetivo. Es importante también incluir en nuestra planificación nuestro perfil de riesgo, la capacidad que tendremos para tolerar los vaivenes de los mercados.
Conociendo estas variables, podremos construir la cartera de inversión más adecuada para el objetivo de educación o ayuda a los hijos. Lo bueno de planificar desde el principio es que el plazo siempre juega a nuestro favor, cuanto antes empecemos, mayor será la ganancia gracias al efecto del interés compuesto. En las cuestiones financieras, el tiempo es nuestro aliado.
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