Talento digital (o el uso inteligente de las nuevas tecnologías en la educación)
A estas alturas de la película nadie puede negar que la incidencia de las Nuevas Tecnologías en nuestra vida es inmenso. Esta transformación se hace especialmente patente en la educación, pero con resultados muy desiguales y con dudas muy razonables sobre si el sistema educativo está aprovechando bien las posibilidades que nos ha abierto el uso generalizado de estas Nuevas Tecnologías. Pondré un ejemplo, los actores educativos se están centrando en el ámbito de la educación formal y no formal y desdeñando la educación informal en cuanto a la incorporación de las TICS. Sin embargo, solo hace falta convivir con los adolescentes para saber que todos ellos desde edades muy tempranas se informan, viven sus relaciones, consumen contenidos culturales, o compran en las tiendas on line. Todas estas acciones producen un aprendizaje no intencionado, pero real. Esto no se les ha escapado a las grandes empresas tecnológicas, convertidos en agentes educativos, que están muy interesados en el potencial de la educación informal. Sin embargo, en muchas ocasiones, los educadores seguimos insistiendo en adaptar modelos tradicionales de enseñanza a las Nuevas Tecnologías.
Una de las líneas de investigación de la Universidad de Padres es estudiar y dar respuesta a todos los retos que nos están planteando el uso masivo de las TICs como instrumento de aprendizaje. Hasta ahora se ha hecho demasiado hincapié en los riesgos de las Nuevas tecnologías, en los sistemas de control parental y en la instrucción de ciertas asignaturas a través de plataformas e-learning. No obstante, sabemos que además se deben tener en cuenta otras cuestiones que se manifiestan cuando hacemos uso de las nuevas tecnologías, como pueden ser la gestión de las emociones, la gestión del tiempo, la toma de decisiones, el control del impulso, y el desarrollar en nuestros niños y adolescentes la conciencia de identidad, de pertenencia, de participación y de propiedad. Y en este campo, las familias tienen una importancia educativa fundamental. José Antonio Marina define el talento como “la inteligencia que elige bien las metas, maneja la información, gestiona las emociones y pone en marcha las virtudes de la acción necesarias para alcanzarlas, ampliar su capacidad de acción y conseguir una mejora continua”. El talento digital, según lo entendemos sería aquel que:
- Nos ayuda a tener buenas ideas utilizando los recursos digitales a nuestra disposición y desarrollando nuestra inteligencia creativa, que amplía nuestras posibilidades, que inventa productos innovadores y eficaces. Que nos ayuda a encontrar soluciones creativas en nuestra vida.
- Tomar buenas decisiones: cada vez que utilizamos las TIC estamos tomando decisiones, que ponen en juego muchas habilidades distintas. En nuestras decisiones influyen nuestros deseos, nuestros valores, nuestras emociones y nuestras expectativas. El entorno digital está transformando el sentido del deber, de los derechos y nuestra personalidad moral. Como educadores debemos ser conscientes de esto y saber enfrentarnos a este momento de cambio proporcionando a nuestros hijos firme anclajes éticos y emocionales.
- La acción: con tener buenas decisiones e ideas no basta. Nos quedaríamos en un espacio virtual, ficticio, deseante. Puedo desear aprender música mediante un programa informático, pero si no me pongo a ello no aprenderé. La educación de las funciones ejecutivas nos van a permitir pasar a la acción, movilizar todos nuestros recursos personales para realizar nuestras metas.
En este blog hablaremos en los próximos meses sobre todos los temas relacionados con la Tecnología. El equipo de la UP sigue investigando sobre su uso y generando proyectos que ayuden a mejorar la relación de estas con la educación y el aprendizaje. Las Nuevas Tecnologías van a tener un papel fundamental en la Sociedad del Aprendizaje y es necesario que todos nosotros nos pongamos las “pilas”. Y como todo es empezar y demostrar, les dejo un aperitivo: Proyecto FamilyOn y Proyecto Centauro.