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Seis razones por las que SÍ utilizar pantallas con nuestros hijos e hijas

Las pantallas forman parte de nuestra vida cotidiana y también de la de nuestros hijos e hijas. Se habla con frecuencia de los peligros que el mal uso de las mismas puede tener.

Sin embargo, las pantallas también pueden ser una herramienta educativa, lúdica y social, siempre que se utilicen de forma adecuada y equilibrada.
Por eso, es importante que pongamos el foco en educar y darles herramientas, para que sean capaces de utilizarlas de forma segura, responsable y beneficiosa.

Razones para utilizar las pantallas con nuestros hijos e hijas

A continuación, vamos a exponer seis razones que explican para qué se pueden utilizar las pantallas con nuestros hijos e hijas, así como algunos retos que podemos plantearles para favorecer un uso adecuado:

1. Estimulan la creatividad y la imaginación. Las pantallas pueden ofrecer a nuestros hijos e hijas una gran variedad de contenidos que estimulan su creatividad e imaginación, siempre que les ayudemos a seleccionar los contenidos adecuados para su edad y sus intereses y les animemos a expresar su opinión, sus ideas y sus emociones. Por ejemplo, pueden ver películas o dibujos animados que les hagan soñar, reír o emocionarse; pueden jugar a videojuegos que les planteen retos, aventuras o historias; también pueden crear sus propios contenidos, como vídeos, fotos, música o cómics, con aplicaciones o programas específicos.

RETO: ayúdales a descargarse alguna aplicación de edición de vídeo y anímales a que hagan una película o corto. Para ello, deberán pensar en el guión, los personales, los escenarios, etc.

2. Favorecen el aprendizaje y el acceso a la información. Las pantallas pueden ser una fuente de aprendizaje y de acceso a la información para nuestros hijos e hijas. No hay pregunta que nos surja que se quede sin respuesta gracias a internet. Podemos hacer consultas y ver tutoriales casi de cualquier cosa, estimulando la curiosidad por todo lo que nos rodea. En este proceso, es importante ayudarles a seleccionar contenidos de calidad y a generar pensamiento crítico. También podemos acceder a plataformas educativas, recursos digitales escolares, cursos online o juegos didácticos que les permitan reforzar o adquirir nuevas habilidades.

RETO: planifica la próxima excursión que hagas en familia y organiza una gymkana de preguntas acerca de lo que vais a ver para tener que investigar juntos mientras hacéis la visita.

3. Potencian la comunicación y la socialización. Las pantallas pueden ser un medio de comunicación y de socialización para nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, pueden mantener el contacto con sus familiares y amigos, a través de videollamadas, mensajes o redes sociales. Cuando son más mayores, pueden conocer a otras personas con las que compartan aficiones, gustos o inquietudes, a través de foros, blogs o grupos. O pueden participar en comunidades virtuales, donde puedan expresar su opinión, colaborar o debatir. En este proceso, es fundamental que les enseñemos a respetar y a ser respetados y les protejamos de los posibles riesgos, como el ciberacoso, el sexting o la suplantación de identidad.

RETO: anímales a que mantengan conversaciones con familiares o amigos por videollamada.

4. Fomentan la autonomía y la responsabilidad. Cuando dedicamos tiempo a educar en el uso seguro de pantallas, fomentamos su autonomía en la gestión de su tiempo, sus tareas y sus recursos, de forma que puedan combinar el uso de las pantallas con otras actividades, como el estudio, el deporte o el ocio. Podemos establecer juntos normas, límites y acuerdos, de forma que puedan cumplir con las expectativas y los compromisos que se les planteen al tiempo que disfrutan de las pantallas.

RETO: establece de manera conjunta un contrato para el uso seguro y responsable de pantallas en el que acordéis tiempo de uso, momentos del día, restricciones, sitios que se pueden visitar y sitios a evitar, posibles riesgos, etc.

5. Mejoran la autoestima y la identidad. Las pantallas pueden proporcionar infinidad de oportunidades e intereses. Por ejemplo, a través de ellas, pueden descubrir y desarrollar sus talentos, pueden explorar y expresar sus gustos, sus valores y sus sentimientos o pueden encontrar y pertenecer a grupos, movimientos o causas. Todas estas oportunidades les permitirán ir definiendo su autoconcepto y autoestima y les podrá ofrecer oportunidades para sentirse integrados y comprometidos con la sociedad.

RETO: anímales a que exploren temas de interés,  que busquen referentes en los ámbitos que le gusta, etc.

6. Divierten y entretienen. Las pantallas pueden ser una fuente de diversión y de entretenimiento para nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, pueden disfrutar de momentos de ocio y de desconexión, de forma que puedan liberar el estrés de día a día. También pueden compartir experiencias y risas con otras personas, fortaleciendo vínculos afectivos y las relaciones sociales. Así mismo, pueden estimular su curiosidad, su motivación y su ilusión.

RETO: buscad juntos contenidos entretenidos y de calidad que os diviertan y podáis compartir tiempos de descanso.

Conclusión

Las pantallas pueden ser una herramienta positiva para el desarrollo integral de nuestros hijos e hijas, siempre que se utilicen de forma adecuada y equilibrada.

Los padres y madres tenemos la responsabilidad y la oportunidad de acompañarlos, orientarles y educarles en el uso de las pantallas. De esta forma, pueden aprovechar sus beneficios y evitar sus riesgos al máximo. Para ello, es importante que establezcamos un diálogo abierto y sincero, que fomentemos un clima de confianza y respeto, y que seamos un ejemplo y una referencia para ellos y ellas.

Profesora del Centro Universitario Cardenal Cisneros. Doctora en Psicopedagogía y experta en inteligencia emocional. Certificados en disciplina positiva por la Asociación Americana de Disciplina Positiva.

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