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Cuatro películas para hablar del respeto a la familia y a uno mismo

Ver cine en familia es una oportunidad maravillosa para pasar tiempo juntos, compartir intereses y conectar realizando actividades de ocio distendidas. Pero, también es una oportunidad para charlar sobre temas que nos interesan y educar en valores a nuestros hijos e hijas.

Hoy, os proponemos cuatro películas para todos los públicos que nos fascinan.

Con estas cuatro películas proponemos debatir un tema que todas comparten, aunque aparentemente sean muy diferentes: cómo honrar a la familia, sin dejar de ser uno mismo.

Aviso, hay spoiler…

Estas películas son Encanto, Coco, Vaiana y Red

Características comunes de Encanto, Coco, Vaiana y Red

En todas, los protagonistas son una familia que, sobre todo, se quiere genuinamente. Han sido fundadas con unos valores firmes, con los que todos ellos se identifican y tienen un fuerte sentimiento de pertenencia. Pero también, todas ellas esconden una historia traumática que les ha marcado profundamente. En todas ellas, hay adultos con un carácter fuerte que protegen, o más bien sobreprotegen, a los menores y que, desde el amor que les profesan, esperan que todos cumplan con sus expectativas.

Marcados por la experiencia traumática, temen que ese dolor se repita y privan de experiencias a su descendencia. Los adultos tienen claro lo que los menores pueden y no pueden hacer. Los menores, a pesar de saberse queridos, sienten que hay algo que no encaja en ellos. Tienen necesidades e intereses fuera de las expectativas de su familia.

Toda la trama de las películas se debate entre el dilema de aceptar lo que sus familias esperan de ellos y ser ellos mismos. A lo largo de cada una de ellas, los personajes tienen que ir desentramando esta cuestión para encontrar ese equilibrio entre el respeto a su familia, no decepcionarles, pero no aceptar los límites impuestos que no les dejan ser ellos mismos. Determinar nuevos límites aceptables para la familia en los que ellos tengan el lugar que desean será la clave.

En las cuatro películas, los protagonistas son preadolescentes o adolescentes, momento vital en el que necesitamos afianzar nuestra identidad, necesitamos alargar los lazos que nos unen a nuestra familia para establecer nuevos lazos con los iguales y con nuestro entorno. Necesitamos encontrar nuestro lugar en el mundo, que no siempre va a ser en el entorno familiar en el que hemos estado durante la infancia.

Compartir estas películas con nuestros hijos e hijas, nos permitirá sacar temas de conversación relacionados con lo que ellos desean, con nuestras expectativas y cómo estas a veces chocan con las suyas, cómo resolver los conflictos y, sobre todo, destacar que, detrás de todos ellos, existe el amor incondicional que sustenta nuestras relaciones familiares.

Encanto

Encanto es una película que podemos ver en bucle sin cansarnos. Su argumento, su banda sonora y sus preciosas imágenes enganchan. Y cada vez que la ves, descubres nuevos detalles que te ayudan a interpretar su mensaje profundo.

Esta película habla de una mujer que ha sufrido un profundo trauma con la pérdida de su marido mientras huían de una situación de peligro, quedando sola a cargo de tres bebés.

Con ayuda de la magia, construye una casa protegida por un encanto, en la que mantiene a salvo a su familia. Cada miembro tiene su lugar, cada uno de ellos tiene un poder mágico que hace que sea especialmente valioso para el grupo. Pero, también les limita y hace que cumplir las expectativas que se espera de ellos sea muy costoso. Solo la protagonista no acaba de descubrir cuál es su don.

Vaiana

En esta película, la familia protagonista se refugia en una isla junto con su pueblo, como consecuencia de un accidente en el que el padre perdió a un gran amigo.

Liderando en paz y en armonía, cada uno tiene su lugar y cada uno tiene claro lo que se espera de él. Vaiana, sin embargo, quiere explorar el mundo, quiere navegar.

El miedo del padre le lleva a tener continuos conflictos hasta que ella desoye las palabras del padre y cumple su aventura.

Coco

De nuevo un trauma familiar, el supuesto abandono del padre músico, hace que la dinámica de la familia gire en torno al odio a su recuerdo y a la música.

La música está terminantemente prohibida y se dedican felizmente a fabricar zapatos.

Miguel, el protagonista, es un niño que ama la música en secreto. Buscando este anhelo, se enfrentará con su familia, pero también eso le llevará a crear nuevos lazos y a redescubrir a su ancestros.

Red

Esta película habla de la transición de la infancia a la adolescencia.

Los protagonistas son una familia tradicional China instalada en Estados Unidos, fiel a sus raíces y a su vida en el templo, y una niña que acepta estos valores hasta que sus intereses adolescentes empiezan a ser otros.

El choque es explosivo, hasta que descubre que su madre también pasó por ello y en ese punto son capaces de conectar y reencontrarse.

 

Conclusión

Tras verlas en familia, podemos charlar y plantear algunas preguntas que puedan conectar con experiencias que nuestros hijos e hijas puedan estar transitando.

Como veis, todas ellas son películas que hablan de los valores de la familia, del amor incondicional, de cómo nuestras experiencias pasadas, nuestros traumas y nuestros miedos condicionan nuestras relaciones y, a veces, nos llevan a tomar decisiones sobre nuestros hijos e hijas que no son las más adecuadas. Muestran cómo desde la mejor de nuestras intenciones, en ocasiones les sobreprotegemos, les sobreexigimos y les asfixiamos no dejando que desarrollen todo su potencial.

Mantener el equilibrio entre los valores de nuestra familia y dejar crecer libremente es una tarea complicada que, junto con nuestros hijos e hijas, podemos ir construyendo.

Profesora del Centro Universitario Cardenal Cisneros. Doctora en Psicopedagogía y experta en inteligencia emocional. Certificados en disciplina positiva por la Asociación Americana de Disciplina Positiva.

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