Y tú…, ¿qué quieres ser de mayor?
Y tú…, ¿qué quieres ser de mayor?
Cuántas veces habremos escuchado o dicho esta frase. Como maestra, independientemente de la edad de mis alumnos, la he utilizado y he realizado, también, dinámicas de grupo con el fin de trabajar este aspecto. Pero, ¿qué mejor medio para guiarles que a través de los cuentos? Con ellos, puedes enfocar el tema y hablar de un aspecto importante en la vida de los niños, niñas y no tan niños, como es tener un sueño y poder cumplirlo; generarles una motivación para lograrlo y enseñarles que nunca es tarde, para conseguir aquello que se propongan.
El niño que quería ser pez
El niño que quería ser pez lo tenía muy claro: lo que más quería en el mundo era ser pez… Pero también quería ser pájaro, caballo, jirafa ¡e incluso elefante! Y es que el niño que quería ser pez, quería ser pez, pero, también quería ser muchas otras cosas. Porque, a fin de cuentas, uno puede ser lo que quiera, ¿no?
Álvaro Fraile ha escrito e ilustrado El niño que quería ser pez, publicado por LAUDE Edelvives, un álbum ilustrado, para soñar en grande, que trabaja con los pequeños y pequeñas la superación de las dificultades y la actitud de realización. Y les invita a soñar y pensar qué quieren ser de mayores. Es un libro apto para niños y niñas, grandes y no tan grandes, que sueñan ser muchas cosas.
Así, te lo cuenta Álvaro Fraile.
Inteligencias múltiples de El niño que quería ser pez
Este álbum ilustrado se puede utilizar como apoyo familiar y escolar, con el fin de desarrollar las inteligencias múltiples, mediante un aprendizaje activo y dinámico:
- Inteligencia lingüística: es un cuento de fácil lectura, con partes repetitivas, por lo que se cataloga como cuento repetitivo y acumulativo. El cuento se va repitiendo, a lo largo de la narración, y se van añadiendo las acciones de los personajes que aparecen en el mismo. Este tipo de cuentos, que suelen gustar mucho a los niños y niñas, son un éxito garantizado. Además, tienen beneficios para sus lectores, puesto que les ayudará a desarrollar habilidades lingüísticas, ya que anima a los niños a participar de la narración: la repetición les ayuda a recordar la secuencia narrativa, favorece la comprensión del texto y las ganas de contarlo por ellos mismos. También favorece la atención, la memoria, la expresión oral y la capacidad comunicativa.
- Inteligencia matemática: al ser una historia acumulativa, se trabajan ciertas capacidades referentes al pensamiento matemático, como puede ser la numeración, la seriación, la asociación, la clasificación, la suma…
- Inteligencia musical: el grupo Arigato Cuento que te canto ha escrito y compuesto una melodía basada en El niño que quería ser pez.
- Inteligencia visomanual: se pueden crear las marionetas de los personajes que aparecen en el cuento, usando recursos sensoriales y representarlo o realizar un teatro de sombras. Es importante dejar siempre libertad a los niños para desarrollar su propia creación. También, podría realizarse una fiesta de disfraces, para que puedan disfrazarse de aquello que les gustaría ser.
- Inteligencia naturalista: os animo a visitar algún zoo o reserva natural, de la ciudad en la que viváis, para ver los animales que aparecen en el cuento, fotografiarse con ellos y comprobar in situ por qué el niño quería ser pez, mono, elefante o jirafa…
- Inteligencia kinestésica: desarrollaremos esta inteligencia bailando al son de la música del cuento, marcando los ritmos, proponiendo juegos y gymkanas, tanto en familia, como en la escuela.
- Inteligencia intrapersonal y emocional: el álbum incluye varias páginas en blanco, al final del mismo, en las que invita a los niños y niñas a escribir o dibujar aquello que quieran ser o algún objetivo o meta que se quieran proponer. Los sueños y las metas de cada persona son una parte fundamental en su vida. A veces, alcanzar los sueños puede no ser fácil, pero mantenerse y lograrlo nos hace crecer como personas y forma parte del aprendizaje. Aprender a no rendirse nunca es un valor muy importante.
- Inteligencia interpersonal y emocional: realizar dinámicas de grupo para explicar qué nos gustaría ser y porqué, escuchar a los compañeros o al resto de miembros de la familia y contagiarnos de la alegría y el entusiasmo de los demás.
Es importante motivar, en todos los aspectos de la vida, porque eso puede hacer sentir a los niños y niñas más fuertes, poderosos y sin límites. Con disciplina, esfuerzo, motivación y una gran dosis de positivismo podemos, como familia o maestros, formar parte de este proceso de enseñanza-aprendizaje, para que los niños y las niñas sean lo que se propongan ser.
Conclusión
Debemos tener presente que, a veces, el éxito con el que soñamos no es solo llegar a la meta. Incluye el camino que recorremos siendo dueños de nuestro destino, sin miedo al fracaso, con sueños por cumplir, con voluntad para lograrlo y creyendo siempre que todo es posible.
Como dijo Walt Disney:
«Si puedes soñarlo, puedes lograrlo».
El papel de la familia y de la escuela es clave, el apoyarlos en todo este camino que ellos elijan, siendo guias de su aprendizaje.
Y tú, ¿qué quieres ser?…
Y tú ¿qué opinas?
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.