La inteligencia artificial vista por José Antonio Marina
José Antonio Marina, fundador de la Universidad de Padres, se ha interesado por la inteligencia artificial y sus consecuencias desde su aparición. En su nuevo libro, Proyecto Centauro (Ediciones Khaf, 2020), explora una nueva frontera educativa y nos da las claves de la educación para los próximos 30 años. Tenemos el placer de conversar con él sobre hábitos, familias, futuro y redes sociales.
1. El propósito de este libro consiste en elaborar una teoría psicológica y filosófica del sujeto humano desde la educación. La aparición y desarrollo de la inteligencia artificial ¿sacude todo lo que entendemos por humano? ¿Vamos a tener que redefinir a la persona para diferenciarla de la máquina?
Sigo los avances de la inteligencia artificial desde que el concepto apareció en la conferencia de Darmouth a finales de los cincuenta, cuando todavía era un crío. He visto momentos de euforia y momentos de desencanto. La inteligencia artificial va a cambiar una parte de nuestro modo de vida -lo está haciendo ya- y va a cambiar el uso y la amplitud de nuestra inteligencia. La noción de persona se vería afectada si aceptásemos que nuestras decisiones personales las tomaran programas de inteligencia artificial. Creo que sería una mala opción, aunque a muchos puede resultar atractiva, y para evitarla, aprovechando sin embargo las posibilidades que nos abre, he escrito Proyecto Centauro.
2. En estas páginas aparece con frecuencia la noción de hábito, que es un concepto vertebrador en todo tu pensamiento. ¿Por qué le das tanta importancia?
La función de la inteligencia es dirigir bien nuestro comportamiento, para lo que debe elegir bien sus metas y ser capaces de alcanzarlas. Todo eso se basa en hábitos aprendidos, que nos proporcionan competencias y habilidades. Piensa en el lenguaje. Es un hábito que nos permite utilizar sus recursos automáticamente, permitiéndonos que podamos pensar en lo que queremos decir y no en cómo debemos construir la frase.
3. De hecho, la pedagogía del hábito es una de las grandes protagonistas de la Universidad de Padres que tú mismo creaste en 2008. ¿Qué papel van a tener las familias en este contexto? ¿Qué pueden hacer padres y madres por unos hijos que se enfrentan a un futuro incierto?
Muchos hábitos se adquieren durante la infancia. No solo los intelectuales (leer, escribir, manejar los números, etc.), sino también los afectivos y los morales. Nosotros damos gran importancia a lo que llamamos “hábitos ejecutivos”, que son los que se encargan de dirigir y controlar la propia conducta, los hábitos de la libertad: autorregulación, tenacidad, capacidad de soportar la frustración y el esfuerzo.
Las familias tienen una importancia decisiva en la adquisición de esos hábitos, y debemos ayudarlas para que lo hagan, colaborando con la escuela.
4. Otro tema recurrente de la obra, inevitablemente, es el de la tecnología y las redes sociales, que es otra de las grandes preocupaciones de las familias en los últimos años. ¿Cuál sería tu recomendación al respecto?
Las redes sociales deben ser una preocupación para las familias y para la sociedad en general. Como todas las grandes herramientas producen grandes beneficios y grandes problemas. Hay redes buenas y malas, redes inteligentes y redes estúpidas. Desde el punto de vista educativo tenemos que invertir nuestro concepto de red. Una red se compone de dos elementos: nodos y enlaces. A través de los enlaces transita la información y parece por ello que son el elemento importante. No es así. Lo importante son los nodos, porque representan a las personas. Si el “nodo personal” se debilita bajo la presión de las redes, estamos educando marionetas o siervos, que estarán encantados y divertidos en la red. Nuestra tarea es educar personalidades inteligentes, críticas, capaces de tomar decisiones y de manejar las redes sociales. Por eso, el Proyecto Centauro insiste en la formación del carácter, de la personalidad, como gran objetivo educativo.
La educación es la fuerza evolutiva que ha hecho aparecer nuestra especie, y solo desde ella podemos comprendernos (José Antonio Marina).
5. Por último, me ha llamado mucho la atención la referencia a los “tutores educativos digitales”. ¿Llegará el día en que desaparezca la figura del docente? Parece que la aplicación de inteligencia artificial a la enseñanza puede lograr ese objetivo soñado que es la personalización del aprendizaje, pero ¿es más importante la mega-personalización de la educación que el contacto humano? ¿No corremos el riesgo de deshumanizar algo tan humano como el aprendizaje?
No son tutores educativos, sino tutores cognitivos, es decir, pueden ayudar al aprendizaje cognitivo del alumno, pero la educación es mucho más amplia. El fin de la educación es doble: instrucción + formación del carácter. El tutor cognitivo ayuda a la instrucción y solo secundariamente a la formación del carácter. Un ejemplo: dentro de poco habrá “amigos digitales”, es decir, un programa de ordenador -robotizado o no- con el que se pueda hablar, compartir confidencias o jugar. Sin embargo, no es un amigo real. El problema es que mucha gente puede preferir el amigo digital, porque no obliga a nada. Si te cansa, lo apagas y se acabó. El Proyecto Centauro indica que el gran atractivo de la digitalización es que resulta muy cómoda, facilita mucho la vida. Empieza a pensarse que todo lo puede resolver una aplicación. Es más sencillo que ella tome decisiones por mí, porque puede conocerme perfectamente. La imposición de la tecnología no es coactiva. A nadie se le obliga a estar en las redes sociales, pero es tan agradable el cotilleo, tan cómodo que nos hagan las cosas, tan fácil tener amigos digitales que no rechisten, tan fantástico vivir en un mundo virtual donde puedo aparecer como una persona distinta, que caemos con facilidad en una dulce adicción que, como todas las adicciones, nos esclaviza. En el fondo el problema con que se enfrenta Proyecto Centauro es, ¿realmente la libertad es tan importante? Entre libertad y comodidad ¿usted que elegiría?
¿Qué supone para la educación, por ejemplo, el desembarco de los sistemas de inteligencia artificial, de una superinteligencia que permitirá a potentes ordenadores producir información que solo otros potentes ordenadores podrán leer?
Se pregunta José Antonio Marina en su nuevo libro.
Te invitamos a la presentación de Proyecto Centauro
Desde la Universidad de Padres y Fundación Edelvives te invitamos a seguir en STREAMING la presentación de Proyecto Centauro, el nuevo libro de José Antonio Marina.
Para ver la presentación en directo desde tu casa, solo tienes que conectarte al canal de YouTube de la UP este jueves 24 de septiembre a las 17:00 horas PINCHANDO AQUÍ.
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