Una de las situaciones más habituales que se da en las familias en las que hay más de un hijo o hija, son los conflictos entre hermanos. Tener hermanos es, probablemente, el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos, pero cuando la convivencia está llena de conflictos puede ser desesperante.

Es normal que, dependiendo de la edad, surjan las peleas y discusiones. Sin embargo, podemos hacer muchas cosas para favorecer que la relación sea positiva y aprovechar esos conflictos para desarrollar habilidades sociales.

Decálogo para que los hermanos se lleven bien

Te proponemos un decálogo con algunas ideas sencillas que pueden ayudar a que nuestros hijos e hijas tengan una buena relación:

1. No evites el conflicto. Muchas familias, para evitar que se peleen, buscan soluciones de rescate. Por ejemplo, hay quien decide regalarles el mismo juguete para que no tengan envidia, o proponen siempre planes por separado para «no oírles discutir». Los niños que tienen hermanos (o pasan tiempo con frecuencia con otros niños) es como si fuesen a un gimnasio permanentemente para entrenar sus habilidades socioemocionales. Evitar que aparezcan los conflictos, por tanto, les privará de esa oportunidad. Mucho mejor estar junto a ellos para ayudarles a regular su emociones y buscar entre todos soluciones. Si sabemos aprovechar estos conflictos, nuestros hijos e hijas desarrollarán empatía y asertividad, aprenderán a tolerar mejor la frustración, a ser más generosos, a ceder, etc.
2. Ayúdales a que compartan aficiones. A veces, por la diferencia de edad, de intereses o, incluso de género, pueden tener aficiones muy diferentes. Ayudarles a que encuentren cosas que les unan les proporcionará momentos de disfrute juntos. Por ejemplo, ver películas, practicar algún deporte, etc.
3. Comparte momentos en familia, como las comidas o las cenas, las excursiones, etc. Aprovechar estos momentos para conectar entre todos y disfrutar, ayudará a que se lleven mejor.
4. Evita las comparaciones. Todos tenemos fortalezas y debilidades. Y algunas personas muestran más fortalezas que otras y son más fáciles de tratar. Sin embargo, cuando les comparamos, siempre hay alguno que se va a sentir mal por ello y es más que probable que sus sentimientos hacia el hermano con el que es comparado, lejos de ayudarles a mejorar, les hagan sentirse mal y les alejará el uno del otro.
5. Que todos sean tus favoritos. Cuando damos a uno de ellos un trato de favor, porque es más pequeño, porque nos es más fácil conectar con él o ella o simplemente porque no nos hemos dado cuenta, estamos fomentando que aparezca la envidia entre ellos que, tarde o temprano, se convertirá en rencillas entre ellos. Es fundamental que todos sientan que el amor incondicional que sentimos por ellos es el mismo y que tratáis de manera justa a todos. No dudes en explicar por qué has ayudado más a uno o por qué pueden haber percibido un trato de favor. Seguro que, si entienden el motivo, lo aceptarán con empatía.
6. Deja que solucionen sus conflictos. En muchas ocasiones tratamos de rescatarles porque no soportamos sus peleas y lo que conseguimos es que alguno de ellos sienta que nos estamos posicionando. Salvo que haya que proteger a alguno de ellos, seguro que pueden resolverlo solos. Cuando estén tranquilos, podéis hablar sobre lo que ha pasado, cómo pueden hacer la próxima vez, si ha sido la mejor manera de resolverlo, etc.
7. Dedícales tiempo especial individualmente. Todos necesitamos que nos presten atención y el día a día puede proporcionarnos pocas oportunidades. Por eso, planificar momentos especiales para conectar individualmente, para charlar y escucharlos de manera activa, etc. hará que se sientan más a gusto y que no sientan que deben competir por nuestra atención.
8. Si hay algún hermano que necesita más atención, planifica tiempo para dedicar al otro u otros. Por ejemplo, cuando llega un hermanito, puede ser una buena idea para evitar que los mayores se sientan desplazados y tengan celos. También cuando uno de los hermanos presenta algún tipo de discapacidad, el resto de hermanos pueden sentir que viven en un segundo plano y que no son tan importantes. En la película Wonder, la hermana mayor resume esta idea en una frase maravillosa: «Auggie es el sol, mis padres y yo somos los planetas que giran alrededor del sol, y ya estoy acostumbrada al funcionamiento de este universo».
9. Fomenta la colaboración entre ellos. Ayudar a otro puede ser muy gratificante, y si ese otro es tu hermano o hermana, seguro que os ayudará a estar más unidos. Se pueden ayudar con los deberes, pueden preparar juntos una merienda, ordenar la habitación, etc. Si son pequeños, lo podemos plantear como un juego en el que ellos son un equipo y tienen una misión.
10. Deja que estén solos mientras juegan o hacen alguna tarea. La mayoría de las veces, no necesitan que estemos supervisándoles. Cuando están solos y deben tomar decisiones juntos, es más probable que surja complicidad entre ellos.

Conclusión

Estas son solo algunas ideas para contribuir a la buena relación entre nuestros hijos e hijas. Sin duda, nuestros hermanos y hermanas serán nuestros compañeros de viaje durante toda la vida si logramos establecer una buena relación. Invertir tiempo en la infancia para ello y no temer que surjan conflictos, pueden ser clave para conseguirlo.

Si quieres saber más sobre cómo crear un buen ambiente en familia, puedes leer Emoprende en familia: una guía práctica de educación positiva y consciente y participar en nuestra tribu de Up!family.